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viernes, 22 de febrero de 2019

¿Cuáles son lo mejores aceites para elaborar jabón artesanal?



Lo primero que hay que hacer cuando se va a preparar una receta de jabón es elegir los aceites vegetales que van a formar parte de ella. La mayoría de recetas combinan varios aceites vegetales. De hecho el único aceite que se puede usar en solitario es el aceite de oliva, el resto hay que mezclarlos entre ellos.
Por lo tanto escoger bien los aceites vegetales para hacer jabón artesanal es fundamental para que el resultado sea el esperado. Es importante tener en cuenta dos factores: las propiedades que van a aportar al jabón final y la “dureza” del aceite.

Diversos aceites vegetales

Normalmente se suele hablar de aceites blandos y duros. Estos últimos son ricos en ácidos grasos saturados y se mantienen sólidos a una temperatura ambiente de unos 20ºC. El aceite de coco y las mantecas pertenecen a este grupo. Mientras, los aceites blandos tienen mayor composición de ácidos grasos insaturados y se presentan estado líquido a temperatura ambiente.
En las formulaciones se recomienda combinar aceites blandos y duros para que las pastillas de jabón queden con la textura adecuada. Además ten en cuenta que para escoger un aceite u otro hay que conocer sus propiedades.
La elección de los aceites marcará también la proporción de sosa y de agua que necesita la receta. Y es que la cantidad exacta de sosa cáustica viene determinada por el índice de saponificación de los aceites y por el peso que se añade de cada uno de ellos.
Es decir, cada aceite necesita una cantidad específica de agua y de sosa para que las grasas saponifiquen y se conviertan en jabón. Una proporción que viene determinada por su índice de saponificación.
Por eso en las recetas de jabones no se puede cambiar un aceite por otro a la ligera. Solo se puedes sustituir si tienen el mismo índice de saponificación. En caso contrario hay que calcular de nuevo cuánta sosa y agua necesita esa receta.
A continuación detallaremos los principales beneficios cosméticos de los aceites vegetales para hacer jabón artesanal. 

Mejores aceites para hacer jabón artesanal

ACEITE DE OLIVA. Destaca por sus excelentes propiedades hidratantes y su acción reparadora y protectora, por eso es ideal para pieles sensibles. Con él se consiguen jabones suaves, cremosos y con poca espuma. Se puede usar al 100% aceite de oliva para formular un jabón.

 ACEITE DE COCO. Tiene propiedades hidratantes y purificantes y contribuye a generar jabones con mucha espuma que limpian en profundidad. Sin embargo, no se recomienda usarlo al 100%, ya que puede llegar a resecar la piel. El porcentaje aconsejado es de entre el 10 y el 30% y combina a la perfección con el aceite de oliva.
 Aceite de coco
ACEITE DE PALMA. Posee propiedades antioxidantes que protegen la piel de la acción de los radicales libres. Este aceite ayuda a producir un jabón cremoso que limpia muy bien. Es perfecto para combinar con otros aceites, como el de oliva y el de coco. Este aceite acelera la traza, por eso hay que trabajar rápido con él. El porcentaje recomendado oscila entre el 10 y el 30%.
 Aceite de palma
ACEITE DE RICINO.  Posee propiedades acondicionadoras e hidratantes, además destaca por su acción reparadora. Hay que tener en cuenta que acelera la traza, por eso da como resultado jabones muy duros y con mucha espuma. Se recomienda usarlo al 5 o 10%.
 Aceite de ricino
MANTECA DE KARITÉ. Esta manteca vegetal sólida destaca por sus propiedades hidratantes y acondicionadoras. Con ella se consigue un jabón duro, cremoso y de espuma estable. El porcentaje aconsejado varía entre un 5 y un 15%.
 Manteca de karité
Estos son los mejores y los más utilizados, pero ten en cuenta que hay muchos más aceites naturales para hacer jabón natural. ¡Aquí va una pincelada sobre cada uno de ellos!

Aceite de maíz
Destaca por su acción nutritiva e hidratante, sin embargo es un aceite blanco que tiende a enranciarse con facilidad, por eso no se recomienda agregar más de un 15%.
Aceite de almendras
Posee actividad emoliente y propiedades hidratantes, además es rico en proteínas. Sin embargo, no destaca por tener un gran poder de limpieza. Se recomienda usar como máximo al 12%.
Manteca de cacao
Tiene grandes propiedades antioxidantes y una de sus ventajas es que no se enrancia con facilidad. Además, limpia y aporta suavidad. El porcentaje debe oscilar entre un 5 y un 15%.
Manteca de mango
Destaca por su acción emoliente que favorecen la regeneración e hidratación de la piel. Se recomienda añadir entre un 5 y un 10% a la receta

A la lista de aceites naturales para hacer jabón artesanal hay que sumar estos otros que se añaden en cantidades más pequeñas y al final de la elaboración para enriquecer los jabones. Estos forman parte de lo que se conoce como sobreengrasado: (rosa mosqueta, argán, jojoba, hipérico, aloevera, rosas, romero, árnica, jazmín, té verde, manzanilla, etc).

En la siguiente tabla aparecen sintetizadas las principales propiedades de estos aceites para hacer jabón artesanal. ¡Añade los que mejor vayan al tipo de jabón que quieras hacer!

Tabla resumen de las principales propiedades de los aceites 

Y si no quieres complicarte la vida fabricando tus propios jabones, pero no quieres renunciar a utilizar un producto natural y equilibrado,  puedes optar por comprar nuestros jabones artesanos fabricados con los mejores ingredientes naturales.



  






sábado, 9 de febrero de 2019

Cáñamo, la planta de los mil usos



La literatura sobre el cáñamo es rica y extensa, tanto amantes como detractores han dejado claro que es una planta que levanta pasiones.
La sustancia psicoactiva que contiene, es de las más adictivas, aunque según estudios científicos sus efectos sobre el organismo es menor que otras drogas legalizadas como el alcohol o el tabaco.
Al margen de polémicas es indiscutible su utilidad y versatilidad en sectores tan dispares como el de la alimentación o la industria del automóvil donde evidentemente se utiliza con la sustancia psicoactiva desactivada.
Se conoce el cultivo del cáñamo desde hace más de 5.000 años, se ha encontrado fibra de cáñamo en restos de localizaciones Euroasiáticas. Antes de su prohibición mundial, el cáñamo era una planta que se cultivaba no sólo por sus propiedades para alterar la conciencia , sino por los beneficios que se obtienen de las semillas, la pulpa y la fibra, se contabilizan alrededor de los 20.000 diferentes usos.
Esta planta que en el siglo XVI alcanzó su cenit y que lentamente con la entrada en el mercado de los productos sintéticos fue destituida, está resurgiendo de nuevo por motivos ambientales, económicos y sociales En los últimos años se calcula una superficie cultivada de 60.000 hectáreas repartidas por China, India, Rusia, Canadá, algunos países europeos, donde está subvencionada y Estados Unidos que tiene unas normas muy estrictas para su cultivo.


Plantacion de Cañamo en EEUU

Las técnicas de cultivo son muy similares a las usadas en agricultura ecológica, se cultiva en secano y en regadío no es exigente con el suelo, es un buen cultivo para rotación y es una planta resistente a plagas y enfermedades, por lo que no precisa plaguicidas.
Beneficios medioambientales
Los beneficios ambientales son evidentes, los residuos de su producción son totalmente biodegradables y los productos elaborados con cáñamo pesan un 30% menos que los elaborados con materiales de similares características.
Los motivos económicos para utilizar el cáñamo radica en que las industrias cada vez pagan más por los residuos que generan y en que el transporte es un coste significativo añadido a cada producto.
Productos elaborados con cáñamo
Del cáñamo se obtiene principalmente granos y fibras a partir de los cuales se elaboran todo tipo de productos. Unos más conocidos y utilizados, otros recién llegados al mercado y otros muchos en fase de experimentación.


Productos derivados del Cañamo 

Alimentación animal: Semillas o granos.
Alimentación humana: aceites, pasta y productos de confitería, harinas, salsas Bebidas: cerveza, infusiones, refrescos.
Cosmética natural: Cremas, champús, geles.
Medicamentos: cuyas propiedades han sido reconocidas en los últimos años por la comunidad científica.
Limpieza: detergentes, insecticidas.
Compuestos para la industria del automóvil: pastillas para frenos, carrocerías
Bioconstrucción: aislante térmico, materiales de construcción
Ganadería: acolchado para animales
Textil y complementos: todo tipo de prendas y accesorios
Agricultura: abono fertilizante, plaguicida natural
Hogar: colchones, sillones, tintas, pinturas
Industria: combustible biomasa, cordelería, fibras y pasta de papel

Productos elaborados con cañamo